AL SER EXPULSADO INTENTO AHORCAR AL JUEZ DEL PARTIDO
QUE SIRVA DE EJEMPLO
En un partido por la segunda división del fútbol de Chile, entre Rangers, de Talca y Deportes Concepción. En ocasión que el árbitro, Marcelo Miranda, sancionó un penal a favor de Deportes Concepción amonestó al jugador de Rangers, José Pedrozo. A todo ésto transcurrían 25 minutos de la segunda parte. Miranda hizo repetir el penal en 4 oportunidades, lo qu4e fue sokiviantando los ánimos del paraguayo Pedrozo a quien 6 minutos más tarde le muestran la segunda amarilla tras una violenta infracción, acto seguido el iracundo guaraní la emprendió contra el árbitro y con una toma de catch o lucha libre, digna de 100 % Lucha, tomó por el cuello a Miranda intentando ahorcarlo.
En la imagen se aprecia el preciso momento en que el color del rostro de Miranda se confunde con el rojo de su indumentaria , como así mísmo puede notarse la escasa voluntad de sus compañeros de equipo en procura de evitar que el episodio tuviera peores consecuencias.
Es importante aclarar que el mísmo Miranda ya había expulsado a Pedrozo en 2 ocasiones anteriores, por lo que podemos suponer que ya existieran viejos rencores entre ambos.
Más allá de lo anecdótico del episodio y aún no acallados los ecos de los escandalosos arbitrajes de Sudáfrica 2010, sobretodo los que perjudicaron a nuestro seleccionado celeste, impidiéndole a Uruguay alzarse con el dorado trofeo.
Lejos de pretender hacer apología de la violencia o cosa parecida, no caben dudas que similar tratamiento merecían los bucaneros “soplapitos” del mundial (léase árbitros) ante los sezgados fallos que partido tras partido emitían los mencionados individuos, como forma de hacer notar el descontento por tan paupérrimos arbitrajes. Lo que sin dudas los hubiera hecho refleccionar sobre la posibilidad de reiterar la rapiña.
Se imagínan a Lugano con su mejor rostro de “sátiro de las 3 orejas” con el uzbeco Irmatov tomado por el cuello y paseándolo por tódo el estadio, ante el delirio de las tribunas (cual circo romano) en espera de la ejecución del reo.
Reitero , lejos de mi intención esta hacer apología de la violencia, pero cuando se lo merecen es la única forma que ciertos individuos entren en razones o cambien alguna actitud hostil o intenciones aviesas. QUE SIRVA DE EJEMPLO.
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