BLATTER, METETE LA COPA EN EL ORTO

JUSTO HOY CUANDO FALTAN 4 PARTIDOS PARA EL 2° MARACANAZO

 

Justo hoy y cuando todos están ocupados con el tema Suarez, me acuerdo de otro Suarez, Joaquín, un patriota que luchó con Artigas por la independencia de la Banda Oriental (no del Uruguay) me viene a la cabeza la casona de Suarez y Reyes, esa que ocupaban los presidentes orientales y justo hoy 27 de junio de 2014, cuando se cumplen 41 años del golpe de estado, recuerdo que también fue ocupada por dictadores de la calaña de Juan María Bordaberry, Gregorio Álvarez o Aparicio Méndez. Sí los mismos que se adueñaron del poder y secuestraron la democracia oriental y secuestraron y apresaron a muchos compatriotas, amigos, vecinos, familiares. El único delito de todos ellos fue pensar diferente y procurar un país libre. Justo hoy cuando todos se ocupan de justificar, atacar, denigrar o algún otro ar lo sucedido alrededor de Luisito, viene a hacer 41 años que nos robaron la democracia, de forma violenta, violando los más elementales derechos humanos, con una justicia injusta, flechada según los intereses del poder de turno a lo que el pueblo Oriental se rebeló y por esa rebelión pagó con cárcel, con el exilio y hasta con sus vidas, Nada podrá reparar tanta injusticia, tanto dolor, tantas y tantas familias destruidas, ni siquiera que el mayor castigo cayera sobre los tiranos podrá reparar tanto sufrimiento. Permítanme recordar con tristeza este día que a quienes nos tocó de cerca y a los que les pasó desapercibido, sepan que debe servir como disparador de un grito bien fuerte ¡¡¡NUNCA MÁS!!!

 Justo hoy cuando las casuales casualidades hacen caer otra injusticia sobre el “paisito”, justo hoy coincide la prepotencia con el irrespeto a los derechos del hombre, coincide la injusticia con la sin razón, justo hoy cuando tanta injusticia, tanto atropello, tanto poder acumulado para atropellar el derecho, justo hoy cuando tanta injusticia rebela las almas de los orientales y nos ponen hombro con hombro para enfrentarlos, justo hoy cuando coincide un nuevo aniversario del golpe de estado contra Uruguay con un golpe al corazón del alma celeste, tan fascista como la dictadura, un golpe contra la dignidad de los Orientales,  despierta la rabia, la rebeldía, la indignación  y despierta la indómita garra charrúa que  se desatará en el césped de Maracaná como un anuncio de lo que se viene. Abran paso que estamos llegando........3 millones de embroncados y humillados uruguayos. Pero nobles, honrados y con orgullo. A luchar y a vencer la corrupción de la FIFA que es una verdadera mafia. Con sudor, con corazón, con sangre, con lágrimas, le daremos 3 millones de motivos para que nos teman. 3 millones de motivos para que nos respeten y entiendan que por algún motivo ninguna selección se quiere encontrar con nosotros. Tal vez sea ese inconfesable temor a una fuerza que viene de las raíces con una porfiada rebeldía que desafía toda lógica y es capaz de alcanzar resultados que los más mesurados catalogan de increíbles.

Justo hoy que no está Luis, el que con sus goles nos empujó hasta acá, nos harás falta Luisito, pero también tenemos 3 millones de motivos para levantar la cabeza con orgullo y de frente. Este partido todos estaremos contigo y más celeste que nunca. Este sábado estarás con nosotros y sobre todo en la cancha del Maracaná, todo lo que dure el partido estará sobrevolando tu presencia, tu espíritu indoblegable, tu porfiada actitud de no darte nunca por vencido. No hubo justicia humana, pero todavía quedan 22 de esos Señores que, como Tú, se visten de celeste que están dispuestos a hacer justicia para vengar tanta prepotencia, tanta corrupción, tanta hipocresía, con un simple expediente darle a la FIFA en la persona de Blatter la peor cachetada “in your face” venciendo a la selección colombiana y dejar plantado el peor de los escenarios, el que nunca quisieron los organizadores de esta farsa mundial, vernos enfrentados a Brasil, ese Brasil que nos tiene más miedo que a las balas y ese escenario es peor que el previsto, porque para ese día no solo rondará el fantasma del 50, lo acompañara el fantasma de Luis Suarez y a decir verdad, no sé cuál de los dos los asusta más, a los brasileros y a la FIFA. Abran paso que estamos llegando........ Somos 3 millones de orientales enojados, rabiosos, heridos, insultados, destratados. 3 millones de orientales representados por 22 Señores, esos que se visten de celeste conducidos por un maestro que es un verdadero maestro, que les da clases diarias a tanto indigno que pulula por los palcos de los tan lujosos y primermundistas estadios brasileros, un maestro que les da cátedra de honestidad a tanto corrupto que pretende dar lecciones de moral desde un cabaret , un maestro que les puede explicar a la caterva de corruptos que en definitiva es lo que es la FIFA de que se trata la ética Y la dignidad, un maestro que puede explicarles con claridad de que se tratan palabras como honestidad, respeto, orgullo, respeto o juego limpio.

Pero hablando de honestidad debo ser honesto y decir que esta nota fue inspirada al leer l comentario de Andrés Reyes en Brecha y que aquí transcribo un tramo que me robé para descansar un poco mi neurona, pero que refleja lo que pienso.
Cuando, pocos minutos después de terminado el partido, los periodistas ingleses avasallaron a Tabárez con preguntas y afirmaciones vinculadas a la supuesta suspensión del 9 oriental, que dejaría de ser supuesta 48 horas más tarde.
Si bien para sacar a Tabárez de quicio en una conferencia de prensa no hace falta gran cosa (basta con preguntarle por rendimientos individuales o si tiene definida la alineación titular para el próximo encuentro), el pasado martes respondió con comprensible dureza no exenta de altura a los tres ingleses que, apelando a la técnica del “disco rayado”, le formularon tres veces la misma pregunta, como si la incapacidad para formular preguntas inteligentes o interesantes no fuera patrimonio exclusivo de nuestros periodistas deportivos. Mayor cintura tuvo Lugano, cuando al pasar por el mismo trámite respondió mofándose del inglés, diciéndole algo así como “viendo tu cara me doy cuenta de que muy contento no estás”.
Esto sigue. La mayor hipocresía del caso Suárez radica en que la FIFA apela al siempre vago concepto de fair play para sancionarlo, cuando el uruguayo no sacó ningún rédito deportivo de su acción. Empero, si un zaguero iraní hubiera tenido a bien fracturar a Messi tras tirársele con los dos pies en plancha, no hubiera sido sancionado más allá de lo habitual. El Comité Disciplinario de la FIFA les está diciendo a los futbolistas que es preferible que lastimen a un colega con un planchazo o un codazo antes que morderlo, escupirlo o decirle “escuché en Sport que tenés todo arreglado con Nacional”.
Los mandamases de la FIFA, los “gordos” al decir de Enrique Yannuzzi, esos que en su vida patearon una pelota, son los encargados de decir a los jugadores y a quienes son capaces de pasar noches sin dormir, pasar un día y medio dentro de un ómnibus sin baño o endeudarse para ver un partido, qué es lo que “ofende la deportividad” y qué es lo que no.
Y tanto quieren alejar al contaminante Suárez de su órbita que le impiden “que ejerza
cualquier clase de actividad relacionada con el fútbol”, desde entrenar en instalaciones oficiales de su selección hasta en su club, pasando por ir a ver un partido o –suponemos– ir de invitado a Rumbo a la cancha.

No habrá mejor forma de defender a Luisito, y a todos los que recojan el legado, que de acá en adelante pretendan ir más allá del plan que la FIFA tiene para todos nosotros, que ganarle a Colombia, a Brasil y a los que vengan después. Y luego, una vez consumado el título, que Lugano pida el micrófono, y con la misma voz aterciopelada con la que nos explica que en el diccionario “éxito” va antes que trabajo, y mirándolo fijo a los ojos, le diga a Blatter: “Métase la copa en el orto, Joseph. Cuando podamos venir con Suárez, nos llama y la levantamos”.
¿Será mucho pedir?