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16 julio 2011

¿Como en Inglaterra 1966?

Un juez paraguayo en Argentina-Uruguay y un argentino en Brasil-Paraguay.
Bienvenidos al tren, el diario El País de Montevideo se suma a nuestra cruzada.

SIEMPRE HABRA LUGAR EN NUESTRO CARRO. BIENVENIDOS LOS QUE QUIERAN SUBIR



¡¡CUIDADITO CON ROBARLO A URUGUAY!!

Tras nuestra insistente prédica a lo largo del Mundial 2011, muy a nuestro pesar hemos tenido que reiterarla en la presente Copa América y tras las encendidas declaraciones de Sergio Markarián, se sumaron tímidamente otros entrenadores como Cesar Farías y Gerardo Martino,. Hoy, a horas de darse inicio a los cuartos de final se suma una fuente insospechada, cómo lo es el diario El País de Montevideo Uruguay, sembrando dudas sobre las designaciones de los árbitros para esta etapa definitoria.
Desde este pequeño espacio, dónde dimos inicio a esta cruzada, les damos la bienvenida a todos aquellos que reconociendo nuestra razón y  por eso, sin soberbia, solamente con la fuerza que da la razón y con la máxima grandeza de espíritu, les decimos: bienvenidos al tren.
Es hoy que debemos redoblar nuestras energías para combatir esas prácticas reñidas con la buena fe, que en este caso se ve puesta en entredicho al nominar nada menos que a 2 soplapito que cargan sobre sus espaldas demasiados episodios que contienen demasiados puntos oscuros y ponen en duda no solo su idoneidad, sino que lo que es peor, tienden un manto de sospechas sobre su buena fe y decoro al decidir un fallo, sea de la trascendencia que sea.
Desde aquí, como siempre, estaremos atentos. Hoy más que nunca, cuando nuestro discurso comienza a captar adeptos de la envergadura de quienes se han sumado. A continuación transcribo la nota aparecida en el matutino oriental. Y por si quedara alguna duda, reiteramos. ESTAREMOS ATENTOS

BUENOS AIRES | JOSÉ MASTANDDREA

Las comparaciones son odiosas, al menos eso dicen. Tampoco hay que andar llorando por los rincones ni abriendo el paraguas permanentemente, pero las circunstancias, muchas veces, lo obligan. O al menos llaman a la reflexión, o a lanzar una voz de alerta. Apenas se supo quiénes serían los árbitros de los cuartos de final, hubo posiciones encontradas. En todos los medios, y más cuando se comenzó a hablar de defectos y virtudes de los encargados de conducir los partidos más duros, más importantes en estos enfrentamientos de la Copa América 2011.
Nadie podía imaginar que Argentina y Uruguay fueran a cruzarse tan temprano, ni que Brasil se vería las caras con Paraguay en esta nueva instancia de la Copa. Pero las falsas performances de las cuatro selecciones llevaron a que esos choques se dieran antes de lo pensado.
Pues bien, Argentina y Uruguay será dirigido por el árbitro paraguayo Carlos Amarilla y el duelo entre Brasil y Paraguay por el argentino Sergio Pezzota. Digo, pregunto, ¿no hubiese sido más fácil nombrar a jueces que nada tengan que ver con los países que se cruzan en estos dos partidos? No sé, por lo menos para alejar esos viejos fantasmas que siempre sobrevuelan en los torneos internacionales, campeonatos que organiza la Confederación Sudamericana de Fútbol.
Se podría haber elegido un juez ecuatoriano, un chileno, un boliviano, un mexicano.... árbitros que no sintieran ese peso extra de pertenecer a tal o cual país, jueces que no estuviesen en la mira de nadie antes de tiempo.
Pero no. La designaciones de Amarilla y Pezzota ambientaron, al menos solapadamente, comentarios que nada le hacen bien al torneo.
¿Recuerdan lo que sucedió en el Mundial de Inglaterra de 1966? Tanto Argentina como Uruguay protestaron airadamente las designaciones de árbitros "cruzados", como se les llamó en aquel momento. El alemán Rudolf Kreitlein fue el encargado de arbitrar Inglaterra y Argentina, que terminó 1 a 0 en favor de los ingleses con gol de Hurst, pero donde fue expulsado Rattín, uno de los símbolos de aquel equipo albiceleste, en una decisión polémica. Rattín, en son de protesta, se sentó sobre la alfombra roja de la Reina Isabel.
Por otro lado el inglés James Finney dirigió Alemania y Uruguay, donde tuvo incidencia en los primeros minutos del juego, en decisiones que terminaron inclinando la balanza en favor de los alemanes. La final, obviamente, fue entre Inglaterra y Alemania y tanto argentinos como uruguayos dejaron el Mundial `66 con más bronca que alegrías. 

Hoy, en esta Copa América 2011, vuelve a darse el caso de los árbitros "cruzados". Y nadie pone en tela de juicio al paraguayo Amarilla como al argentino Pezzota, pero se podía haber evitado tanta suspicacia antes de dos partidos tan trascendentes como vitales para las cuatro mejores selecciones del continente.

En Ovación digital(suplemento deportivo del diario El País de Uruguay)


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